Con el título ¿De dónde vienen los camellos? Ken Thompson aborda un tema de actualidad, como es el problema de las especies invasoras. Uno de los problemas de nuestro mundo globalizada es la introducción de especies foráneas en un medio que no es el suyo. En España tenemos importantes ejemplos como el mosquito tigre, el mejillón cebra, el camalote o el galápago de Florida. Especies alóctonas que causan graves danos, ecológicos, económicos y sanitarios. Un problema que empezó con los grandes viajes transoceánicos de la edad media, que trajeron a Europa la rata, transmisora de la peste y que continúa hasta nuestros días cada vez con mayor virulencia
En el lapso de nuestra existencia, vemos la flora y la fauna que nos rodean como algo natural: plantas y animales que damos por hecho son autóctonos del lugar y que siempre han estado allí. Sin embargo, esto no es así. Asociamos los camellos con África y Asia, pero la especie apareció en América del Norte y los únicos dromedarios salvajes se encuentran en Australia. Algunas de estas especies que hoy creemos autóctonas fueron en su día “invasoras” y desalojaron a otras “nativas”. Estas contradicciones obligan a replantearnos la muy presente cuestión del peligro y los trastornos que suponen las llamadas “especies invasoras” como otra cara de la biodiversidad. En este libro fascinante Ken Thompson examina a través de una multitud de casos la cuestión de hecho que formulan estas especies y deja en el aire, asimismo, la pregunta de si nuestros actuales temores al respecto no pueden ser, a la larga, contraproducentes.