“Vi las mejores mentes de mi generación destruidas por la locura ,hambrientas histéricas desnudas ”. Así comienza el clásico que escandalizó a la sociedad norteamericana de los 50, ultraconservadora y ultraliberal hasta el fanatismo de la caza de brujas, haciendo una descarada apología del sexo y las drogas mientras denunciaba el control ejercido por las élites económicas y políticas. Aullido, obra denunciada ante los tribunales como “obscena”, significó el ascenso a la popularidad de la llamada Beat Generation.
Ya antes de su publicación era un poema famoso: se pasaba de mano en mano o se recitaba a partir de alguno de los cincuenta ejemplares en multicopista que hicieron en la galería Six. En dicha galería de San Francisco, el 7 de octubre de 1955, varios poetas como Gary Snyder, Kenneth Rexroth y Philip Lamantia hicieron una lectura de versos. Ginsberg hizo toda una performance en la que representaba la poesía con cánticos, melopeas, llantos, gritos y lamentos que subrayaban sus versos con los que denunciaba una forma adocenada de vivir y proclamaba un modo nuevo de hacer literatura totalmente sincera y auténtica. Los medios de comunicación se fijaron en él, lo convirtieron en una figura famosa y él aprovechó para promocionar a sus colegas de credo literario: el lanzamiento de la Generación Beat . Traducido a decenas de idiomas ,Lawrence Ferlinghetti el poeta beat que lo publicó en su City Lights Books, declara llevar impresos casi un millón de ejemplares desde que apareciera la primera edición en 1956.
Budista, homosexual, pacifista y nada reacio a consumir peyote (aunque tuvo algún mal viaje con el LSD), amigo de Bob Dylan y cómplice de Abbie Hoffman en algún que otro histórico happening, Allen Ginsberg es considerado como uno de los padres del movimiento hippie. No es exagerado, por lo tanto, señalar a Ginsberg como uno de los poetas mas influyentes de los movimientos sociales de finales del siglo XX y principios del XXI.