Candela Vizcaíno y Angelino Carracedo, mano a mano en la colección de cuentos infantiles ilustrados
Candela Vizcaíno no ha llegado por casualidad a escribir ‘El Bosque de las Respuestas’. Si bien es cierto que es su primera incursión en la literatura infantil, lleva a sus espaldas un amplio bagaje como hilandera de palabras preciosas y precisas. A esta Doctora en Comunicación le avala una grandiosa tesis sobre Akira Kurosawa, un libro de ‘Poemas sin orden ni concierto’ o una novela tan sorprendente como ‘Los girasoles florecen en junio’.
Pero es que ella siempre ha estado ‘Hilando palabras’ y así ha ido construyendo un preciosos tapiz de delicados recuerdos, de sueños y de ilusiones. Hila y entreteje las palabras como nadie y el resultado lo comparte en su faceta de bloguera en el que es su espacio más personal, ‘El blog de Candela Vizcaíno’. Ahora es el momento de tejer nuevos sueños hilando historias diferentes como ‘El Bosque de las Respuestas’, la joya que abre la colección de cuentos infantiles ilustrados de Aedea o, más bien, la colección de nuevas ilusiones.
Angelino Carracedo también se estrena en la ilustración de cuentos infantiles. Para un texto tan especial como el que encontramos en El Bosque de las Respuestas hacía falta un artista muy especial. En plena sintonía y como si estuvieran en un mano a mano, Angelino Carracedo da relieve a las palabras de Candela Vizcaíno en unas ilustraciones que descubren al dibujante pero a la vez poeta. El resultado es un cuento mágico donde los símbolos de este viaje interior serán descubiertos por niños y adultos al mismo tiempo.
No podríamos definir a un artista como Angelino Carracedo precisamente porque es imposible encasillarle, pero es un maestro en el manejo de los símbolos. Artista polifacético y multidisciplinar, el misterio envuelve su figura y su obra que conocemos por las ilustraciones de la novela ‘La Piedra Nawlka’ de Gabriel Vicente o por ilustrar libros de poemas como ‘Tengo un amigo que no tiene amigos’ de Pepe Quero o ‘Cosas extrañas que sin embargo ocurren’ de Inma Luna. También ha puesto imágenes a poemas como ‘Una bestia que ruge’ de Santiago Auserón y ‘Tu sombra’ de Christina Rosenvinge.
Tanto o más que los adultos, los niños están cansados de los típicos cuentos infantiles con protagonistas que poco tienen que ver con su mundo real. Por eso Candela Vizcaíno propone un texto diferente y tan asequible como el lector quiera que sea. La niña protagonista se pregunta cómo ser fuerte, inteligente y valiente porque ya a su edad es consciente de la fragilidad del ser humano ante las circunstancias vitales. Y las respuestas que busca no son fáciles de encontrar.
El Bosque de las Respuestas está lejos, implica un gran esfuerzo y cierta iniciativa para emprender ese viaje hasta el mismo corazón. La pequeña princesa junto con su madre caminan infatigables, venciendo a las inclemencias del tiempo y de la vida, superando el viento, el frío, la empinada cuesta hasta el destino final. Porque El Bosque de las Respuestas no está precisamente al lado de casa, está lejos justo en la cima de una montaña.
La habilidad narrativa de este cuento infantil sorprende por la naturalidad con que nos desvela asuntos como quitar el miedo de la niña protagonista, infundir fuerzas a la pequeña princesa y acompañarla durante este viaje atemporal sabiendo que no puede rendirse. Porque una niña que sabe escuchar a los árboles, que sabe cómo abrazar a los girasoles para que le indiquen el camino y que sabe el valor del esfuerzo es una niña fuerte, valiente e inteligente.
El simbolismo reinterpretado para los cuentos infantiles
Uno de los aspectos más interesantes de El Bosque de las Respuestas es su carácter simbólico, algo que no pasa inadvertido al lector independientemente de su edad. La niña protagonista da comienzo a un viaje iniciático que todos deberíamos hacer a lo largo de nuestra vida. Es el camino de la búsqueda interior que es el que de verdad nos enriquece. Y también el que nos hace más fuertes, más inteligentes y más valientes.
La naturaleza cobra especial protagonismo en este viaje tanto en el texto como en las ilustraciones. Atravesar el bosque se logra si te paras a escuchar el susurro de los árboles, los girasoles te indicarán el camino si sabes cómo abrazarlos y las hojas del olivo y de los pinos son un recurso fundamental para saltar a la siguiente casilla de esta espiral que te enreda caminando como en un juego de la oca de puente a puente, de bosque en bosque sin rendirte ni al subir la escalera imponente que te lleva hasta la cima.
Estamos ante a un cuento breve pero con enjundia. La historia se puede contar de mil maneras, pero en este caso podemos deleitarnos de forma incansable con las inquietudes de la niña princesa, con las palabras de los árboles y con toda la reflexión que conllevan. No es un cuento infantil difícil de leer, pero el simbolismo que contiene entre sus palabras e ilustraciones puede alargar hasta el infinito su contenido porque, al fin y al cabo, las preguntas de la niña son universales, la búsqueda de la niña es atemporal y en esta vida no paramos jamás de caminar. A veces en espiral, a veces por un camino allanado y otras más por una empinada cuesta.
De esas hojas de olivo que llevemos en la mano dependerán nuestras fuerzas, de cuánto acerquemos al corazón las hojas de los pinos dependerá nuestra valentía. Y de lo que seamos capaces de escuchar durante el camino dependerá nuestra sabiduría. Entre las páginas de este bosque de respuestas encontramos palabras hilvanadas con la cadencia precisa para ser comprendidas por pequeños y grandes que quedan resaltadas por las ilustraciones donde se van adivinando las respuestas que busca la niña princesa, esas que son las mismas que buscamos todos.
Lo conseguirás si no te rindes, porque todo lo que necesitas para seguir caminando está dentro en tu corazón.
La colección de cuentos infantiles de Aedea apta para todos los públicos
Con un estreno de lujo como ‘El Bosque de las Respuestas’ para esta colección de cuentos ilustrados, Candela Vizcaíno y Angelino Carracedo se proponen reinventar la literatura infantil con historias aptas para todos los públicos. Porque las niñas todavía quieren ser princesas, pero unas princesas diferentes con unos intereses que comparten con los adultos como este de conocer los entresijos del corazón.
Resaltamos el para todos los públicos en esta colección de cuentos infantiles ilustrados porque son algo más que cuentos, son píldoras para la felicidad cargadas de simbolismo. Y se pueden tomar como los cuentos infantiles tradicionales que se cuentan, que se leen, que se ven y se cierran o se pueden tomar como lo que realmente son: historias que emocionan y que permanecen en el corazón una vez has cerrado el libro.
Los libros infantiles de Aedea son para los niños curiosos, inquietos, ansiosos por saber más. Cuentos que despiertan el interés infantil y el asombro del adulto. Con palabras hiladas que van siempre un paso más allá, con prosa poética y con poemas en esas ilustraciones que invitan a soñar. Para soñar nos preparamos esperando los nuevos cuentos ilustrados para pequeños y grandes. Mientras tanto, caminamos hasta ‘El Bosque de las Respuestas’ hasta encontrar las respuestas que realmente importan.
Por Laura Vélez